¿Recuerdan a la hormiga atómica?
Pues creo que la conocí hace algunas semanas cuando quedé muy sorprendido (y angustiado) cuando saqué mi almuerzo ya caliente del microondas y vi a una hormiga andando (no diré que despreocupada pero eso parecía) sobre el borde del plato.
El problema no es que repudie a las hormigas o que me causen nauseas o algo similar, mientras estuve en Pichanaki (Chanchamayo, Junín) aprendí a comerlas crudas, pero mis aventuras y desventuras dietéticas son tema aparte.
Lo que en primera instancia me asombró es que halla sobrevivido, pues son las sustancias orgánicas (particularmente el agua) las que son “afectadas” por la radiación microondas y gradualmente se van calentando, mientras que esta radiación atraviesa plásticos y vidrio, mientras que rebota en los metales.
Ya varios años vi por las noticias de las crueldades de ciertos jóvenes delincuentes colocando animalitos vivos en el microondas, y solo de pensarlo me repugnaba la idea de repetir el experimento con una hormiga y causarle tan horrible y dolorosa muerte, cosa que si hacen nobles “hombres de ciencia” bajo el pretexto de investigación y progreso.
Pasaron los días y la curiosidad me llevó a buscar en la red de redes hallando este video explicativo:
Aunque acá logré entender mejor el funcionamiento del horno microondas no se despejó mis dudas de modo satisfactorio, pues si se trata de microondas son ondas ¿Verdad? Y las ondas se desplazan expandiéndose y envolviendo lo que hallan a su paso ¿Verdad? Entonces ¿Cómo era posible que la hormiga (o cucaracha que hallé en algunas páginas) se “escondiera” de la onda?
A seguir buscando… y hallé la respuesta:
¿Todo claro verdad? Efectivamente, existe para algunos de estos fenómenos físicos la dualidad de comportamiento, en ocasiones como onda y en otras como un corpúsculo, esta última permite ser lanzado como un rayo y eso es lo que ocurre en el susodicho horno permitiendo a nuestra heroica súper-hormiga sobrevivir huyendo del bombardeo de los caloríferos rayos del magnetron generador de microondas.
Para mi la duda quedó satisfecha y mi conciencia por tal descuido quedó liberada, no pretendo probar su veracidad ni plantear hipótesis, y las recomiendo no hacerlo… vaya a suceder que al abrir la puerta de su horno le salte una super-hormiga mutante a morderle la yugular ¡Buen día!
El problema no es que repudie a las hormigas o que me causen nauseas o algo similar, mientras estuve en Pichanaki (Chanchamayo, Junín) aprendí a comerlas crudas, pero mis aventuras y desventuras dietéticas son tema aparte.
Lo que en primera instancia me asombró es que halla sobrevivido, pues son las sustancias orgánicas (particularmente el agua) las que son “afectadas” por la radiación microondas y gradualmente se van calentando, mientras que esta radiación atraviesa plásticos y vidrio, mientras que rebota en los metales.
Ya varios años vi por las noticias de las crueldades de ciertos jóvenes delincuentes colocando animalitos vivos en el microondas, y solo de pensarlo me repugnaba la idea de repetir el experimento con una hormiga y causarle tan horrible y dolorosa muerte, cosa que si hacen nobles “hombres de ciencia” bajo el pretexto de investigación y progreso.
Pasaron los días y la curiosidad me llevó a buscar en la red de redes hallando este video explicativo:
A seguir buscando… y hallé la respuesta:
Para mi la duda quedó satisfecha y mi conciencia por tal descuido quedó liberada, no pretendo probar su veracidad ni plantear hipótesis, y las recomiendo no hacerlo… vaya a suceder que al abrir la puerta de su horno le salte una super-hormiga mutante a morderle la yugular ¡Buen día!