Pudiera parecer que voy a mencionar todo lo envuelto con la parte final de una fiesta, con la oportunidad final de invitar a bailar a alguien muy especial, y ciertamente, ese último baile es especial, pero, no me referiré a eso en esta ocasión.
Ocurrió a mediados de diciembre de 1984, cuando por última vez, con algunos compañeros de la "promo" nos dirigimos a bailar algo de breakdance a la Plaza de Armas, más que celebrar el fin de los estudios, era probablemente la sensación, el sentir que internamente guardábamos, de que no habría otra oportunidad como esa, de divertirnos, de hacer lo que nos gusta, juntos.
Un bonito y soleado día, nos ubicamos allí, al lado de la Av. Municipalidad, creo que la radio-cassetera era de "Pancho" Francisco, no estoy seguro, pero si era él quien mejor dominaba la técnica.
Era el último día, y algunos se deshacían de aquello que ya no necesitarían, como los cuadernos, tanto los propios como los ajenos, otros cargaban a algún compañero desprevenido para arrojarlo a la pileta, pero nosotros, concentrados en lo que disfrutábamos hacer: bailar.
Mi camisa, con solo algunas firmas, muy pocas en realidad, la transformamos en "cintas", ate una a la frente y otra sobre el muslo, y posiblemente otra en un brazo. Así estuvimos varios, varios, varios minutos, deseando que fueran eternos... cuando en un giro, me halle frente a mi padre que transitaba con rumbo que yo no conocía, me saludo con naturalidad, como dándome una respuesta a mi a sorpresa y siguió su camino... y seguí con el baile.
Fiel a su principio de libertad, siempre que no molestemos a los demás, este evento nunca fue motivo de una llamada de atención o algo similar.
Tres o cuatro semanas después me presente para el examen médico, y ese día me enviaron a cumplir mi Servicio Militar Obligatorio a Lima, y no volví a "breakear", pero lo más triste, es que no volví a ver a varios de aquellos compañeros, hasta el día de hoy, aunque, con algunos de ello ssolo he tenido este año un trato "virtual", y he conocido a otros de aquella generación.
En honor a estas "viejas" amistades (en todo el buen sentido de la palabra ;-) este recuerdo, que es uno de mis temas predilectos y presentado en las Olimpiadas de 1984.
Agradezco otra vez al comentarista anónimo que me permitió ubicar este video. Y en honor a la verdad, aclaro que durante el SMO a mi compañero Gordillo Peceros si le ordenaban bailar break, para lo que no era muy bueno, pero su talla y delgadez hacían de su baile todo un espectáculo.