Después de varios años fue posible volver a visitar la hermosa ciudad de Arequipa, aunque esta vez (a diferencia de los objetivos laborales de los últimos viajes) exclusivamente con el propósito de pasear y conocer un poco más del lugar sin dejar de visitar algunos de mis lugares favoritos.
Los pasajes los tramité en el sitio de RedBus y el viaje con Civa se desarrollo con normalidad, así llegué casí al mediodía a la Blanca Ciudad con ansias de iniciar este breve periodo de vacaciones.
Sus más de dosmil metros sobre el nivel del mar se hicieron sntir en mi mellada salud, "los años pesan" dicen algunos, sin embargo, esa no sería causa para bajar mis ánimos de disfrutar los días que permanecería allí.
Tardamos como media hora en hallar alojamiento, más por indecisión que por escacez, finalmente conseguimos una agrdable ubicación en la esquina de Bolognesi y Cruz Verde a dos calles de la Plaza de Armas.
Por un precio razonable obtuvimos una habitación con cama matrimonial, cómoda y respectivas mesitas de noche (los cajones son muy útiles) sin mencionar el balcón a la calle con amoblado y básico y una hermosa vista.
El baño compartido no fue problema ya que no es temporada alta y no hubo problema por tener que esperar a que estuvieran disponibles.
