Existen varias versiones de este cuento, aquí mi versión personal:
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Un anciano y su joven hijo viajaban llevando algo de mercadería en su burrito, no tan maduro para llevarlos a ambos, ni tan pequeño que no pudiera ayudar en el trabajo.
Al pasar por un pueblo, oyeron en el murmullo de la gente:
- ¡Que tontos! Tienen el burro y van caminando.
Así que para no quedar mal, se montaron en la joven bestia antes de entrar al siguiente pueblo, esta vez, no fueron murmullos, la gente les dijo:
- ¡Que abusivos! Los dos montados en el pobre animalito.
¿Que hago ahora?- se preguntó el anciano antes de llegar al siguiente pueblo. Bajóse del animal, dejando montado al muchacho y entraron.
- ¡Miren a ese fresco bien sentadote, mientras hace caminar al anciano!.
En el siguiente poblado cambiaron de sitio, y esta vez oyeron:
- ¡Que viejo desconsiderado! Bien cómodo y haciendo caminar el muchachito
Para la siguiente vez, pensó que solo le quedaba una opción, ambos cargaron al burrito, y así en hombros de disponían a cruzar el puente que daba entrada al pueblo, a mitad del mismo, al ver la altura y el ruido del agua, el pollino se asustó y se sacudió con desesperación, de tal forma que no pudieron detener su caida a las fuerte aguas fluviales.
Bajaron solo para sacar el cadaver de su bestia y algunos de sus productos que el agua no arrastró, mientras los vecinos comentaban entre ellos lo ocurrido y les decían:
- Eso les pasa por tontos ¿A quién se le ocurre cargar con el burro?"
¿Cuál es la lección? Desde mi punto de vista: Si tratas de complacer a todos, siempre habrá quien no quede complacido.
Otra versión de este cuento la hallé en
Aprendiendo a crecer,espero me presten su imagen para agregar luego a este post.