"Es la voluntad de Dios"

Es comprensible y hasta natural en los seres humanos, el tratar de hallar una explicación consoladora ante las desgracias, y una de las más empleadas, es el atribuir todo tipo de evento a la "divina voluntad de Dios".
Imagino, que esta expresión tiene el propósito de obligar a aceptar la voluntad de alguien superior a quien no debe discutírsele nada, alguien de cuya sabiduría no debemos dudar.
Sin embargo, al decir que algo es la voluntad de Dios, estamos afirmando que él lo causó y por lo tanto él es el responsable de aquella desgracia. Es una de las salidas más simplistas que existen.
Ya desde el relato de Génesis notamos a Adán culpando a Dios de su falta cuando le dice "La mujer que me diste, ella me dió de comer" (y a continuación Eva echo la culpa a otro, pero ese es otro punto).
Sencillamente me niego a creer (además de ser ilógico) que Dios es responsable de las guerras, enfermedades, muertes inútiles y otras desgracias que las personas y organizaciones irresponsables cometen al promover la producción de armas, contaminantes, el aborto, armamentismo y otras ideologías sin sentido.