febrero 02, 2010

El hijo ausente

Recuerdo entre los momentos más alegres de mi infancia, cuando sentados a la mesa o en otro lugar de casa, con papá leyendo para nosotros alguna historia, novela, diccionario, cuento o algún otro libro.
Pero uno de los más frecuentemente leidos fue "El hermano ausente en la cena pascual" de Abraham Valdelomar, el cual ha tomado un significado especial para mí y mi familia.
A principios de este año, nuestro hijo mayor decidió hacer un viaje por unos cursos relacionados a su carrera, esa considero que ha sido realmente la decisión mas seria que ha realizado hasta ahora desde que disfruta de su mayoría de edad.
Con el tiempo vendran otras decisiones, y las consecuencias que estas traen, desde que nació supe que debámos preparlo y preparanos para el momento en que tuviera que marcar por si solo su camino, pero ahora dudo que alguna vez, padre alguno, haya estado preparado para ello; o quizá me equivoque.
¡Muchos éxitos hijo mío!
El poema en mención lo trancribo a continuación:
La misma mesa antigua y holgada, de nogal
y sobre ella la misma blancura del mantel
y los cuadros de caza de anónimo pincel
y la oscura alacena, todo, todo está igual...

Hay un sitio vacío en la mesa hacia el cual
mi madre tiende a veces su mirada de miel
y se musita el nombre del ausente; pero él
hoy no vendrá a sentarse en la mesa pascual.

La misma criada pone, sin dejarse sentir,
la suculenta vianda y el plácido manjar;
pero hoy no hay alegría ni el afán de reír

que animaran antaño la cena familiar;
y mi madre que acaso algo quiere decir,
ve el lugar del ausente y se pone a llorar..

1 comentario:

  1. Yo tambien recuerdo ese poema cuando mi hermano mayor se fue de casa y mama paraba llorando
    Fue un tiempo muy triste

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