Ya he considerado anteriormente el tema de la omnipresente violencia en nuestro entorno, sea por voluntad propia o no.
No se trata solamente de las noticias en el extranjero sobre personas alteradas que empiezan a disparar a diestra y siniestra en colegios, comedores, fuertes militares, iglesias y otros.
Aqui cerca tenemos a universitarios tomando universidades o iglesias, profesores destruyendo los enseres de la municipalidad o incluso de sus centros de trabajo, no preciso mencionar a las barras bravas y las marchas pacíficas de los gremios de construcción civil.
Desde algunos años atrás tenemos jóvenes "más normales" fotografiando o grabando sus propias acciones vandálicas y agresiones para lucirlas en youtube, convirtiendo los hechos en asunto de orgullo y diversión.
La semana pasada, mientras se anunciaba la noticia del asesinato a quemarropa de un hombre, me parece que en Nápoles, acción grabada por una camara de vigilancia, advertían los locutores a los padres supervisar la presencia de sus hijos debido a lo explícito de la escena, sin embargo, esas mismas escenas y otras peores las ven nuestros hijos día tras día en las actuales películas de acción, y en este caso, no se da advertencia alguna a los desprevenidos padres ni a los ansiosos jóvenes de acción.
Estadísticamente, es un hecho que los niveles de violencia (no solo delictiva) continúan aumentando, en el cine y televisión, en los juegos, en el habla, en nuestros choferes, en la vida real, y si seguimos sin hacer algo al respecto, llegará al interior de nuestros hogares si es que aún no ha llegado allí.
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