El mito democrático
La Web 2.0 potencia la participación del público a gran escala y, por lo tanto, es un paradigma de una nueva sociedad democrática, que da voz y representación directa a todos sus participantes. De alguna forma el 'poder' vuelve a la gente, etc.
La realidad: el público que realmente participa en una web es realmente escaso, se estima en un 1% del total de visitas el que deja input a través de comentarios, artículos, fotos, vídeos, etc. Sólo en América la cuestión de los blogs y de la opinión online se ha tomado en serio a la hora de valorar su posible influencia en el resultado de unas elecciones, y ni por asomo (afortunadamente) nadie se plantea ir más allá del voto electrónico a la hora de modificar el sistema democrático.
Siempre planteo los mismos dilemas:
• ¿Una noticia es más verídica porque ha recibido muchos votos?
• ¿Un vídeo, un documento, una información, etc. es más útil para la sociedad porque mucha gente lo ha descargado, leído o votado?
Me las planteo porque casi todos los días aparecen declaraciones de gente que se supone inteligente admirando webs que son el equivalente electrónico de la telebasura, es decir, 'aquello lo miran muchas personas, ergo aquello es negocio, ergo aquello es bueno': el orden de los dos últimos factores depende de la persona en concreto.
El mito de los nuevos negocios mediáticos
Un nuevo modelo cambiará los medios de comunicación y revolucionará el sector. Un sector de la sociedad producirá vídeos, artículos, etc. el resto, la gran mayoría los consumirá. En medio surgirán nuevas empresas mediáticas, intermediarios, 'brokers de contenidos', etc. que desplazarán a los medios tradicionales, etc.
La realidad: algunos todavía tenemos fresco el recuerdo de la revolución del comercio electrónico. Internet se iba a convertir en el final para las tiendas tradicionales, grandes superficies, todo se vendería a distancia, etc. ¿Qué ha ocurrido? Fácil: los jugadores 'tradicionales' esperaron su momento y hoy en día los supermercados por Internet más visitados llevan nombres como Mercadona, Carrefour, etc.
Con la Web 2.0 creo que pasará algo parecido: dentro de poco tiempo parecerá que todo haya sido inventado por El País o El Mundo. Por el camino habrán quedado multitud de iniciativas más o menos 'frikis', que habrán servido como poco más que laboratorios para analizar lo que funciona y lo que no funciona.
El mito triunfo de los pequeños
Lo pequeño es hermoso y con un espíritu similar parece que el nuevo Internet es el mejor sitio para dar a conocer nuevas iniciativas, startups, nuevos proyectos de Internet. Un espacio en el que por fin parece que las pymes tienen la oportunidad de hacer oír su voz.
La realidad: pocas correas de transmisión para grandes empresas cotizadas en bolsa se han inventado tan potentes como la Web 2.0. Cualquier novedad de Google o MSN, lanzamiento de Apple o Microsoft, cualquier tipo de gadget, etc. encuentra en un ejército de bloggers una caja de resonancia que se cita y recita ad-infinitum.
En ocasiones parece que todo el tinglado esté orquestado desde Wall Street. Es cierto que ocasionalmente un particular o una empresa hace un vídeo gracioso que alcanza una audiencia espectacular: flor de un día para el / la sujeto y la excepción que confirma la regla.
La llamada Web 2.0 es a día de hoy una gigantesca máquina de propaganda de las grandes empresas (especialmente las tecnológicas) y de sus nuevos productos.
Tomado de: http://www.microsoft.com/spain/empresas/internet/mitos_web_2.mspx
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