Ese es (¿o era?) parte del grito que tuvimos que gritar como un millón de veces en la Escuela de Paracaidismo en Las Palmas.
A continuación, impulsándose con los brazos, el "parachute" (léase paracaidista) se posiciona para mirar hacia arriba y verificar que el velamen de su paracaidas se ha desplegado correctamente.
Cuando se retuerce sobre si mismo en forma alargada, ha ocurrido un "charuto", que según nos dijeron, significa "cigarro", entonces de inmediato se pasa a usar el equipo de reserva que lleva en el frente.
Este ejercicio se repite una y otra vez, la idea es que uno haga todo el procedimiento como un acto reflejo, por reacción, sin pensarlo, y en lo personal creo que funciona.
Sobre el incidente que ocurrió hace unos días, es poco común este tipo de accidentes, y en la mayoría de los casos el entrenamiento ha salvado la vida del soldado.
Aunque la caida libre (para personal de rango superior) es muy diferente del salto para el que entrenan los soldados, pues tiene diferentes objetivos, me consta que el entrenamiento es muy, muy exigente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu comentario