Ya que me puse nostálgico recordando las luces en la pared, en una conversación reciente recordamos a los viejos televisores, aquellos que llamámos "de tubos" o "bulbos".
En casa, durante mi niñez (auuuuuuuuuuuuuuuuuuu) tuvimos varios de aquellos, pero recuerdo con especial nostalgia uno de marca "Phillips", muy grande y muuuuuy pesado, presentaba a la derecha y debajo de la pantalla los botones giratorios para encender/apagar, selector de canales (que sonaba algo así como una matraca), ajustes horizontal/vertical, brillo, contraste, ... y la antena de varitas como orejas de conejo (parecido al LG Serie 1).
Entre otras características, mencionaré que habia de dársele unos minutos para "calentar" y ver la imagen, y de manera especial recuerdo que al apagarse, se concntraba al centro de la pantalla un punto muy lumunoso que poco a poco se extinguía. Y me resulta agradable mencionar, que aún tengo un Sony más reciente que al apagarse también muestra aquel punto luminoso.
Cuando era de noche y apagábamos la "tele" y luego la luz, aún estaba a la vista ese punto luminoso y quedaba grabado en nuestros ojos por un buen rato, efecto de alguna ilusión, supongo.
Allí pasamos muchos domingos, a la hora del almuerzo, algunos en la mesa, otros en el sillón o acomodados sobre la alfombra, en ocasiones papá llagaba con los paquetitos descartables de delicioso arroz chaufa, y conversábamos de alguna cosa o sencillamente contemplábamos las desventuras de Heidi en las montañas o en Fráncfort o algún otro programa familiar.
¡Que buenos tiempos!