
Vinieron a la memoria recuerdos que hace mucho tiempo no revisaba, en casa de la abuela materna, a quien cariñosamente llamábamos "abuelita María".
Ocurría en las noches que volvíamos a Lima, en las vacaciones y nos quedábamos a dormir en su casa, el cuarto, con una ventana enmallada hacia la calle, por donde atravesaban las luces de los autos transitando por la Prolongación Huancavelica, y junto a mis hermanos dejámos correr la imaginación para ver difrentes formas viajando por la pared., o sencillamente mirábamos la luna, y las cosas que ocurrían fuera, deseando muchas veces estar del otro lado de la ventana.
En esos momentos, a esa edad, uno no piensa en que un día todo ello solo formará parte de tus recuerdos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu comentario