Allí se invita a los participantes a comentar ese momento tan vergonzoso y humillante que alguna vez nos toca pasar. Aademás es posible votar para elegir la situación más, no se si decir humillante, vergonzosa o jocosa que se comentara en el blog.
EL hecho es que mientras me ponía a leer y reía con las ridiculeces ajenas, traté de recordar mis propios papelones, y recorde que, hummmmmm,..., !Recorde nada!
Tratando de actuar racionalmente, analicé las posibilidades causas:
- Sufro de Alzheimer
- No tengo nada de que avergonzarme
- Soy un desvergonzado
No todo lo que hecho en mi corta vida es motivo de orgullo, hay cosas que no me agradaría tener que tratarlas en público, pero no entrán en la categoría anecdótica de "papelones".
Y del tercer punto, esteeeeeeeeeee, bueno..., pero, ¿Recuerdan el fujishok? Pues a la semana que fui a la ferretería por unos clavos, pagué y me dijeron que el billete no servía, no tenía más, tuve que regresar con mi inservible billete en el bolsillo.
¿Y cuál fue el papelón de tu vida?
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