marzo 10, 2011

Desafiando Al Cerebro

Hace poco conversando con Julius salió el tema de la prueba o Test de Turin, una de esas argucias científicas que permitirían verificar la "inteligencia" de una máquina.
Sonará como algo futurista para algunos, pero es actualmente usado en formas variadas para reconocer, o diferenciar a un humano de una máquina (como los captcha), incluso existe el Premio Loebner con 100,000 dolares americanos al programa llegue a aprobar el test.

Pero volviendo al tema, personalmente me encantá aprender de la complejidad cerebral, he posteado algunas cosas relacionadas y considero que las máquinas no podrían ser inteligentes, el cerebro de un caracol es miles de veces más complejo que la más moderna supercomputadora, y cel erebro humano tiene una flexibilidad única para cuando cambian las reglas del entorno en el que se mueve.
En ese sentido, el juego reverse, que nos es extremadamente complejo resulta un desafío entretenido, ya que debemos acostumbrarnos a que el resultado de mover el mouse sea exactamente contrario a lo que esperamos.
Y creo que el verdadero desafío consiste en llegar más allá del 5° nivel, que undía espero tener media hora libre para averiguar cual es el nivel más alto.
Ir a jugar reverse.

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