El Último Trago

No vayan a pensar que declararé en este post que dejaré de beber, al menos no en el sentido que a muchos les vendrá a la mente, no. Estoy hablando de mi gaseosa del recuerdo: Bul, de que ye he comentado en ocasiones anteriores.
En el reciente viaje a Tacna (hace más o menos un mes) logré (de pura casualidad) hallar mi clásica gaseosa de la infancia, lo que dio pie a una interesante conversación en aquella tiendita y generosamente me permitieron traerme unas botellitas con su respectivo contenido.

Una Bul fría y su empanada de carne calientita

Lamentablemente, algún día debían acabarse, y así fue, con una calientita empanada de carne bebí el último trago de la botella que quedabá, triste, pero no lo lamento, disfruté no solo de su humilde sabor, también he saboreado los años que viví allá, las amistades que cultivé y pude volver a hallar, los paseos con mi padre por aquellas calles, la transmisión de Radio Bicolor (que postearé pronto al respecto) y las anécdotas que contaban mis hermanos.

No es solo una gaseosa, es parte de mi vida, en un envase etiquetado como "Bul".